lunes, 27 de abril de 2015

Fanatismo, fase de la vida, ¿sí o no?

Por Irene Serrano Llorca. 1. Batx C-F        REDACCION FINALISTA

El fanatismo hoy en día está por todas las partes, ya sean en el entorno del futbol,  de la política, de los programas de televisión, de las películas o de los libros. Pero… ¿Por qué al decir fanatismo en los adolescentes mucha de gente piensa en niñas de quince años gritando por un chico guapo? ¿Por qué solo se cree que el fanatismo es una fase de la vida?
Según Albert Bandura el aprendizaje se basa en la observación y eso mismo está ligado al fanatismo. Fanatismo se define como apasionamiento exagerado propio del fanático, pero si nos adentramos en el porqué de esa manera de ser y actuar, vemos que ser fan es observar e imitar a una o varias personas, igual que aprender a hablar, andar, pensar…. Bandura dice que no hace falta un refuerzo positivo, que ya de por si el parecerse o que los demás te acepten es algo bueno. Como dice Freud, donde afirma que a través del fanatismo el hombre busca su felicidad y su seguridad.

Erich Fromm habla del fanatismo como una manera de aislarse de lo demás, tanto negativas como positivas.
Según esto un fanático, no razona y no admite una discusión sobre lo que consideran dogmas no debatibles, también trata de imponer sus propias creencias sobre los demás y de forzar a todos los que tiene cerca a que crean de la misma manera que él o ella creen.
Tampoco creen en la diversidad de pensamientos ni en la posibilidad de abrirse a nuevas ideas o movimientos.
Pero esto realmente es muy generalizado, ya que cada persona se comporta diferente ante un estímulo positivo como sería ver o conocer a su cantante favorito, también sobre los dramas que día a día, que se viven dentro de cada “fandom”, se define como conjunto de aficionados.  Algunos deciden dejarlo pasar, otros empiezan a investigar y otros cuantos son los que causan revuelo hablando sobre eso. Si todos los fanáticos de “x” persona o personas se comportase igual, ciertas personas habrían dejado el futbol, la política o la música por falta de seguidores. Pero la diferencia de pensamiento o manera de reacción ante tales cosas hace que no todos estemos dentro de esa definición de fanático ciego.
Si se relaciona el fanatismo, la mayoría de veces con las jóvenes, y en femenino y de manera negativa, es sólo porque siempre ha sido así por la razón de que se ve que chillan más, o se emocionan más de lo debido, ¿pero dónde está el límite entre lo sano de ser fan y no? Innumerables veces han preguntado “¿Por qué les quieres tanto si no los conoces?” Realmente es por todo lo dicho anterior, es un sentimiento distinto, te sientes protegida, sin tanta soledad de los que no te comprenden y no creo que haya un “límite” eso cada uno se lo pone, sin necesidad de ser juzgado.
Se compara el fanatismo adolescente, entendamos este como una idolatrar a algún cantante o actores, con los fanatismos más extremos como los que se dan en las religiones, donde en algunas de estas la gente se las toma al pie de la letra y hace cosas impensables, como matar o amenazar de muerte a los que están en contra o los ultras de los deportes. Según Fromm sí que sería lo mismo, pero en menor cantidad, pero observando a los distintos adolescentes se puede apreciar que solo quieren ser respetados por sus gustos y aficiones sin molestar a nadie.
Gracias a lo que Bandura dice, se puede desmentir aquello de “cuando crezcas dejaras de quererles”, como suelen decir los más adultos del alrededor, ya que es una búsqueda de identidad y tú eres el responsable de cambiar de modelo o seguir con el mismo.

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