martes, 20 de enero de 2015

FC. A vueltas con la Poligamia

Por Marta Olcina. 1º Batx. G


En una relación polígama se supone que una persona puede estar enamorada de otras varias al mismo tiempo y con la misma plenitud e intensidad sentimental, pero ¿puede ser eso real? ¿Puede un sentimiento tan fuerte como el amor compartirse en diferentes trozos como cuando se comparte una tarta?... ¿No sería más propio de la amistad que del amor este tipo de relación?... ¿La causa de que una persona necesite del afecto en exclusividad de otras al mismo tiempo es debido a su gran vacío interior? ¿o a un afán de poder?... Aunque también debemos hacemos algunas otras preguntas que nos darán más luz sobre este asunto, por ejemplo, sobre cuáles fueron las causas de su origen y las ventajas o inconvenientes en relación con la monogamia.

La definición de poligamia es una relación matrimonial en la que se permite a una persona estar casada con varios individuos al mismo tiempo. Habría que diferenciar los dos tipos históricos en que se divide: poliginia, mucho mas común, en la que un hombre tiene varias mujeres, y poliandria, mucho menos abundante, en la que se da el caso contrario, es decir, una mujer está casada con varios hombres. Lógicamente, las causas por las que surgieron estos tipos de relaciones fueron también distintas, pues seguramente en un principio se deberían a la necesidad de procrear en grupos sociales en los que habría un desequilibrio entre ambos sexos: o faltaban mujeres (poliandria) u hombres (poliginia). Sin embargo, actualmente se debería mas a razones culturales, religiosas, sociales o de otros aspectos mas personales o existenciales... Y es en a consecuencia de esto cuando se nos plantean los problemas mencionados anteriormente.
La supervivencia de esta práctica hoy en día depende de las diferentes normas morales impuestas en los distintos grupos sociales y culturales. Así tenemos, por ejemplo, que la poligamia es casi exclusivamente masculina y se extiende en las zonas bajo la influencia islámica, en su mayoría, donde impera una cultura machista y la mujer simplemente es una propiedad del hombre, con lo que podría considerarse la poliginia uno de los potenciadores del machismo. Sin embargo en las culturas cristianas y en el resto del planeta sin influencia islámica, si excluimos grupos como los mormones, impera la monogamia como prototipo de núcleo familiar base y pilar de la sociedad.
Lógicamente en una relación monógama se supone que el soporte de la relación es el amor, aunque podemos encontrar casos de matrimonios concertados, pero ¿podemos decir lo mismo de las relaciones polígamas?
Nosotros, desde nuestro punto de vista occidental, consideramos que cuando nos enamoramos de una persona, ella o él, es centro de todos nuestros sentimientos y que todas las demás relaciones solamente pueden ser de amistad. Por lo tanto no comprendemos que esa pasión tan intensa pueda ser compartida con varias personas al mismo tiempo, claro que esto no tiene validez con los matrimonios islámicos, pues seguramente en la mayoría de estos casos las mujeres no aman a su marido, pero como es lo que han aprendido a lo largo de su vida, lo aceptan y ni siquiera se paran a preguntarse si realmente podrían tener otra alternativa. En cambio, en las culturas occidentales existen también relaciones polígamas a pesar de estar prohibidas y ser poco abundantes. Por tanto encontramos evidencias de que un hombre puede amar a varias mujeres y viceversa pero ¿hasta qué punto?
En la Biblia no se condena abiertamente la poligamia, así mismo el hinduismo y el judaísmo tampoco la rechazan en sus libros sagrados, pero sí en sus leyes actuales. Sin embargo existen sectas cristiana protestantes como los anabaptistas o los mormones que sí la permiten, a pesar de las leyes estatales que la prohíben. Entonces hablar de que una persona pueda amar a varias con la misma intensidad como para casarse con todas ellas, a pesar de las leyes imperante, se reduce a unos pequeños grupos. Sí que es bastante común que los miembros de un matrimonio puedan tener otras relaciones sentimentales escondidas al margen del mismo, pero estas rara vez son permitidas por el otro miembro. Pero la pregunta que nos ha traído hasta este este punto es saber si realmente se puede querer a dos o más personas con la misma intensidad.
Cuando comenzamos una relación monógama nos cerramos completamente en ella y dejamos de conocer en profundidad a otras personas, por lo que somos incapaces de saber si podríamos llegar a sentir por éstas lo mismo o más que con la pareja actual. Una persona es muy difícil que pueda complementarnos al ciento por ciento y podría darse el caso de que en unos encontráramos unas virtudes y en otros otras, por lo cual esto podría justificar un sentimiento polígamo. Sin embargo las relaciones amistosas pueden cubrir perfectamente este vacío y entonces focalizamos simplemente el amor conyugal en algo mucho mas íntimo y con vistas a crear un vínculo mas duradero y fuerte: una familia. Ahora,¿como es mejor una familia, monógama o polígama?...
Pero esto no es el caso que nos ocupa. Lo que sí podemos sospechar es que cuando una persona necesita de otras muchas a su alrededor, parece que esta bastante incompleta, que no sabe lo que busca, si en realidad busca algo, o que pretende engordar su ego y su afán de dominio o simplemente un gran apetito sexual.
En resumen, el hecho de que la tendencia actual se incline a preferir la monogamia, quizá nos dé la pista de que la poligamia es algo del pasado y propio de sociedades más arcaicas e incompletas en alguna medida, que perduran por la tradición cultural o religiosa en la actualidad, pero ello en el ámbito del núcleo familiar. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos amar a más de una persona al mismo tiempo, aunque eso no nos obligue a casarnos con todos, pues ya es complicada la convivencia con una persona como para hacerlo con dos o más a la vez, claro, eso si hablamos desde una perspectiva de igualdad...


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