sábado, 10 de diciembre de 2016

Paradojas sobre el conformismo

SILVIA GANDIA. 2. BATX. B1.
Se entiende por conformismo el cambio en nuestra conducta u opinión condicionado por el grupo social, que por la propia decisión. En general, podría verse cómo la actitud de dejarnos llevar por los demás en ambientes sociales y así cumplir la regla de no destacar entre la multitud.  Podría decirse que el conformismo se practica a plena luz del día (sí, pero nunca de manera totalmente expuesta, funciona mejor en la penumbra, como sobreentendidos, supuestos que se aceptan ), delante de todo el mundo, a pesar de ser totalmente un crimen contra la personalidad. 
Pero ¿no es una paradoja que en pleno siglo XXI las empresas, los institutos, universidades, etc., nos estén pidiendo ser ‘’algo’’ fuera de lo normal, ser creativos, que destaquemos entre los nuestros, pero al mismo tiempo nos piden que nos adaptemos a los estándares sociales? . Que intentemos gritar pero, a su tiempo, que nadie nos oiga. ¡Vaya paradoja!
En realidad, en lo que se denomina la Modernidad, la  sociedad funciona muchas veces a partir de modas, más o menos pasajeras. Por un lado, en ese escenario social, lo que está bien visto (en películas y novelas…) es ser un inconformista. Pero desde lejos, por decirlo así.  Es decir, se valora esa actitud, pero se prefiere que la persona inconformista no esté en tu círculo más cercano porque sino trastoca todas tus opiniones, pero a su misma vez, nos parece atractiva aquella persona que no cumple la norma o tiene su propia identidad. ¡Otra paradoja!

Algún aspecto más la actitud inconformista. El inconformismo se lleva a un extremo, tiene ya un nombre sociológico, ya se habla del passion killer o inconformista patológico, que su único fin es estar en completo desacuerdo todo el tiempo. Lo que me lleva a otra paradoja: ¿se podría ser conformistamente inconformista? 
Otro aspecto que me parece interesante de los mecanismos conformadores que funcionan en el grupo, es lo que se llama Efecto espectador, algo que se constata cuando mucha gente se halla en un lugar donde está ocurriendo algún suceso grave: cuanto más gente hay observando ese suceso, menos probabilidad habrá para que esa persona que está padeciendo esa situación sea ayudada. Esto es así gracias al conformismo, pues la gente se desentiende de la responsabilidad de ayudar ya que nadie más lo está haciendo. Me parece un aspecto relevante de hasta qué punto podemos estar condicionados por las conductas de los demás, y lo que cuesta en muchas ocasiones dejar de estarlo.

Todos esos ejemplos de conductas conformistas a nivel social, me lleva a algunas reflexiones finales. Creo que  como ciudadanos tenemos que cambiar nuestra mentalidad, pues sólo si dejamos el conformismo podríamos ser capaces de avanzar como sociedad. ¿Es obligatorio ser ciudadano y ser conformista? ¿No se podría pensar una ciudadanía libre de conformismo? 
No me estoy refiriendo a que cada ser humano que viva en una zona haga lo que le venga en gana, pues esto sería el caos absoluto, hago referencia a que si cada uno de nosotros se dejara guiar por aquello en lo que confía y tuviera su propia opinión, no caería en el engaño y en los discursos persuasivos de aquellos que lo quieren estafar (y ya no a nivel cercano, sino al político que nos engaña y no nos hace crecer como pueblo). La sociedad sería capaz de pensar por ella misma y pondría en duda todo. 

Finalmente, como seres humanos que somos, llegaríamos a un consenso por el que se regiría el pueblo. Seríamos un pueblo culto, incapaz de ser engañado y, por lo tanto, con expectativas de crecimiento, puesto que sabríamos qué es lo que necesitamos. Sin el conformismo seríamos nuestros propios líderes porque no habría ni sumisión ni identificación ni cualquier otro modo de respuesta social. Seríamos auténticas personas con identidad propia y no la copia barata en la que nos estamos convirtiendo gracias a las etiquetas actuales.

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