jueves, 15 de diciembre de 2016

¿Vivir en vano?


ANA MARTIN 1.Batx E. 

Nunca me he planteado antes ese tipo de cuestiones existenciales. O si lo he hecho por lo menos no he logrado llegar a alguna conclusión lógica y acertada, una conclusión que no tergiverse o se aleje mucho de la realidad. En verdad, no me he dedicado a buscarle el sentido a la vida. Supongo que he estado más entretenida en simplemente vivirla. Porque supongo que es así de complejo, ¿no?




¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué vivir, si todo es efímero? ¿Con qué objetivo? ¿Para qué vivir? ¿Cómo vivir? Son preguntas no de ahora, sino de siempre, porque desde el principio de los tiempos, los seres humanos han intentado apoyarse en cosas a la hora de vivir, para justificar nuestra existencia y no sentirnos débiles: la religión (creencias),  la ciencia (el saber racional), la mitología, el amor, la familia, los amigos... todo ese tipo relaciones y saberes se han desarrollado y practicado continuamente, para hacer que la vida no sea absurda, o inútil, y que podamos vivirla pensando que merece la pena.


Pero, de repente, un día ves las cosas con más crudeza: naces, creces, te reproduces y… mueres. ¿En serio? ¿Esa es la secuencia...? Yo me niego. Me niego a vivir con  ese esquema. ¿Qué pasa entre que naces y mueres? Hay mucho más. Porque mientras vives; aprendes, trabajas, amas, ríes, lloras, dudas, viajas, te equivocas... ¿acaso todo eso es irrelevante? No. No es vivir por vivir. Eso ha de ser la  base de todo: es decir,  evolucionar, ser mejor como persona, realizarte, exprimir al máximo tu creatividad, disfrutar... Pero… ¿para qué? ¿para qué todo eso que vives si después al final te desvaneces? Cada uno de nosotros, poco a poco, nos consumiremos, y acabaremos siendo un recuerdo en la mente de alguien, una foto, una anécdota, un vídeo...  Nuestra huella será sólo temporal.

Ese parece ser el ciclo de la vida. Miles de millones de personas fallecen, dejando paso a las nuevas generaciones. Pero ¿Con qué fin? ¿Por qué precisamente, tú, o yo, aquí, en este mismo instante? ¿Es puro azar? ¿No hay ninguna misión más? ¿Y si nacemos con el motivo de ser alguien importante en el mundo? O no, ¿y si solamente debería bastarnos vivir en armonía, haciendo el bien a los demás?

Muchos interrogantes. Insisto, pues, y vuelvo a la pregunta esencial: ¿por qué vivir? En ese sentido, Nietzsche decía, sobre este tema: ''Aquel que tiene un porqué para vivir, se puede enfrentar a todos los cómos''. Es decir, todo se puede soportar si tenemos una meta,  un objetivo. Si creemos de verdad en lo que fuimos, en lo que somos y en lo que seremos.
Por otro lado, cada persona es un mundo e individualmente tenemos diferentes formas de interpretar la vida, pues no todas las personas percibimos y pensamos lo mismo.
No hay una fórmula de vivir que valga para todos la misma. Ni los sabios se ponían de acuerdo en el sentido y el metódo para vivir.  Por ejemplo, Sócrates dijo que lo que da sentido a la vida es la felicidad. Pero que esa felicidad solo se puede encontrar a través de principios y valores. Pero, en cambio, a otros, lo que da sentido a su vida puede ser el trabajo, o lo material. O al revés, todo lo contrario.

Personalmente, creo que para mí la vida no tiene ningún propósito en si misma,  porqué, para empezar, el motivo de que estemos aquí es casual, y algo que sucede por casualidad no es premeditado, sin intención ni propósito. Si no hay decisión premeditada ni propósitos buscados, ¿la vida vale? ¿la vida es eso: una combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar sin ningún sentido? Puede que sí, y que eso sea parte de su valor, su falta de forma clara, de ser algo así de poco definido de entrada, algo gratuito pero sin embargo real, algo inacabado, que espera ser completado, realizado...

Resumiendo, ¿el sentido de la vida? No importa el sentido de la vida. No importan tanto las metas en sí mismas, quizás casuales o nimias, sino el camino por el que avanzamos, lo que nos pasa y hacemos mientras buscamos nuestro propósito, lo que somos capaz de sentir mientras vivimos persiguiendo esos objetivos azarosos.

Finalizo, identificada, con una cita de Walter Riso: ''La vida no tiene sentido, se lo das tú, con lo que hagas, con lo que te apasione, con tus ilusiones. Tú construyes el universo a tu medida''.

Y tenía razón.

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho tu planteamiento y sobretodo la conclusión final, con la que estoy de acuerdo contigo. Pero un punto en el que me gustaría indagar sería en el de: "Que es mejor, ser una huella temporal o una infinita/duradera."
    Ser recordado por miles y millones de personas por algo importante que hayas hecho (tanto bueno como malo). O ser recordado por por gente cercana a ti.
    "Dejar huella en el mundo o dejar huella en tus seres queridos.Esa es la cuestión."
    Mi opinión es que prefiero dejar huella en mis seres queridos. Pero es cierto que me he planteado, y si fuese algo más, y si fuese famoso por algo que haya hecho. Pero luego me retiro al pensar en la gente (es que me agobia)

    Sin nada mas que decir, me despido PAZ Y AMOR

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